“A los 57, el villano de telenovela se quitó la máscara… y debajo no había sonrisa” 

“El hombre que hacía temblar a todos en pantalla… acaba de confesar su mayor miedo fuera de ella” 

Todo comenzó en una entrevista privada, organizada sin mucho ruido por una plataforma digital emergente.

Sergio Sendel aceptó sentarse a hablar “como nunca antes”, según anunció el teaser.

Nadie lo tomó demasiado en serio.

Después de todo, los actores veteranos suelen recurrir a ese tipo de estrategias para mantenerse vigentes.

Pero bastaron los primeros diez minutos de conversación para que todos entendieran que esto no era una estrategia.

Era una confesión.

“Llevo 30 años interpretando al malo.

Y lo peor es que me lo creí”, soltó de entrada, con una mezcla de ironía y tristeza.

Sus ojos, lejos de la intensidad calculada de sus personajes, parecían cansados.

La voz, más pausada, más humana.

Y luego, el primer golpe emocional: “No tengo amigos reales en el medio.

Todos me temen, me respetan…pero nadie me conoce.”

Durante la entrevista, Sendel habló de las consecuencias invisibles de encarnar al villano una y otra vez.

“Me encasillaron.

Pero lo peor fue que yo me dejé encasillar.

Me escondí detrás del personaje, hasta el punto de olvidar quién era yo fuera del set.

” Contó cómo, durante años, fingía estar bien mientras arrastraba episodios de ansiedad y un aislamiento profundo.

“Es fácil odiar al malo desde tu sofá.

Pero intenta ser tú el que carga con eso todos los días, incluso cuando se apagan las cámaras.”

Reveló también que sufrió una crisis nerviosa hace dos años, justo después de terminar una grabación intensa.

“Me encerré en el camerino, y por primera vez en mi vida, no supe cómo salir.

Me miré al espejo, vi la mirada de mi personaje…y no pude distinguir si seguía siendo Sergio.

” Esa frase dejó al entrevistador sin palabras.

La audiencia, que veía en vivo la transmisión, colapsó las redes con comentarios de asombro y desconcierto.

Y es que detrás del actor seguro de sí mismo, se escondía un hombre profundamente afectado por las exigencias de un rol que ya no podía sostener.

“No es fácil ser siempre el que pierde, el que muere, el que nunca es amado.

Aunque sea actuación, algo se queda en ti.

Y a mí me dejó vacío.”

En un momento particularmente crudo, confesó que durante años evitó relaciones profundas por miedo a no poder separar la ficción de su realidad.

“Me enamoré dos veces, de verdad.

Pero ambas personas terminaron diciéndome lo mismo: ‘No sé si estás actuando o si realmente me amas.

’ Y yo tampoco lo sabía.

” Esa frase se volvió viral al instante, y cientos de usuarios en redes comentaron que jamás imaginaron escuchar ese tipo de vulnerabilidad en un hombre que parecía de acero.

También habló del peso del estereotipo masculino en la industria.

“No podía mostrar debilidad.

No podía llorar en entrevistas.

Tenía que ser duro, sarcástico, dominante… aunque por dentro me estuviera desmoronando.

” Y añadió con una mueca de resignación: “Al final, no sé si era más prisionero de mis personajes…o del público que me exigía ser siempre ese monstruo que amaban odiar.”

Pero lo que nadie vio venir fue el anuncio que hizo al final de la conversación.

Sergio Sendel, a sus 57 años, confirmó que se retira indefinidamente de las telenovelas.

“Necesito reencontrarme.

Saber quién soy cuando no estoy siendo alguien más.

Quiero aprender a hablar sin guion, a vivir sin personaje.

” El entrevistador, claramente impactado, solo pudo preguntar: “¿Y si no vuelves?” La respuesta fue tan fría como honesta: “Entonces tal vez por fin empiece a vivir.

Esa frase detonó una avalancha de reacciones.

Algunos lo aplaudieron por su honestidad brutal.

Otros lo criticaron, acusándolo de victimizarse.

Pero la gran mayoría coincidió en algo: esta fue la actuación más honesta de su vida.

Porque no hubo actuación.

Solo un hombre cansado de ser lo que todos esperaban, y por fin dispuesto a ser quien realmente es… aunque aún no sepa del todo quién es ese hombre.

Desde la publicación de la entrevista, Sergio Sendel no ha reaparecido públicamente.

Se desconoce su paradero exacto, y sus redes sociales permanecen en silencio absoluto.

Como si, al fin, hubiera encontrado en el silencio lo que tanto le negó el espectáculo: paz.

Y así, el gran villano de las telenovelas mexicanas se despide —no con un grito, no con un golpe, no con venganza— sino con algo infinitamente más humano: una confesión.

Porque a los 57 años, Sergio Sendel no necesitó morir en pantalla para dejarnos en shock.

Solo necesitó decir la verdad.